jueves, 15 de octubre de 2009

Mi aventura de ser maestro

¡Buen día a todos!

Es un gusto participar en el foro para volvernos a encontrar.

Al analizar nuestra historia como docente, podemos percibir como toda nuestra historia personal se vierte en nuestra forma de dar clases, en ese tema que ahora veo que se llama formación de la identidad. Pues como la mayoría del tiempo estamos más preocupados por el estudiante y por cumplir con tantísimos requisitos administrativos, nos vamos olvidando de mirar hacia nosotros mismos, de expresar nuestras necesidades, satisfacciones y frustraciones. A veces se nos olvida o no nos alcanza el tiempo para seguir enriqueciéndonos, leer, prepararnos y tener mejores herramientas; además de la gran desmotivación cuando nos cierran el paso para implementarlos.

De forma personal, creo que nuestro camino es reforzar nuestra identidad docente, si ya teníamos un objetivo, delimitar mejor nuestro espectro de influencia y reforzarlo, primero para nosotros y luego para presentarlo ante los estudiantes como su alimento para ayudarlos a crecer.

De la gran cantidad de información que nos llega, es posible retomar estos ejercicios y extraer lo mejor de un autoanálisis que nos conduzca a fortalecer nuestra práctica docente.

2 comentarios:

  1. Siempre que se habla de "Formar" al estuadiante (o algunos van más lejos... Humanizarlo), llegan a mí una preguntas rara vez planteadas, y muy necesarias...

    ¿No están formados ya?

    ¿Hasta dónde nos dejan, y nos dejamos "formarlos"?

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  2. Si creo que a veces se nos hace tan común decirlo: formar, sin embargo, es necesario cuestionarlo para verlo al reves:
    los docentes no somos "dadores" de formación, sino Mediadores en su pròpio proceso de desarrollo humano, en una etapa de la vida y en un mometo histórico conreto.

    Muy bién por tu blog NOEMI
    Saludos
    Gabriel Dueñas

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